
Las expediciones científicas al Nuevo Mundo arrancan a lo largo del siglo XVI. Conquistadores, sacerdotes, y viajeros traerán sus apasionantes relatos sobre la naturaleza americana, maravillados con lo que allí observan, y poco a poco se irán incorporando en toda Europa productos naturales de América, empezando por la alimentación y la medicina.
El descubrimiento en Madrid de uno de estos antiguos manuscritos realizados por el Médico de Felipe II, será el germen de la aventura del botánico y médico español Martín Sessé. En 1.787, por orden de Carlos lll y comisionado por el Real jardín Botánico de Madrid, se inicia una de las expediciones más importantes de la época, con el fin de ampliar conocimientos científicos sobre la flora y fauna de esas regiones lejanas.


El viaje de Martín Sessé
El territorio recorrido abarcó 4 millones de KM2, desde Alta California hasta Oaxacá en el continente; Incluyó también las islas de Barlovento, Cuba y Rép. Dominicana. La aventura se alargó, entre viajes y estudios, 15 años, que incluyeron intrincados episodios de toda índole.
El legado de Martín Sessé
En este viaje se estableció el Jardín Botánico de México y la cátedra de botánica, además de una obra fundamental que catalogó 3.500 plantas para el herbario, 2.500 de ellas desconocidas en Europa, y cerca de 200 géneros nuevos. Hoy se pueden encontrar herbarios de Martín Sessé y Mociño en Madrid, Ginebra, Florencia, Londres, París y Washington.